Continúa grave herida en Los Cortijos

Johana Anahís Mora Torregrosa, de 26 años, la única sobreviviente del ataque violento en la vía a Perijá, que dejó como resultado cuatro hombres masacrados a tiros dentro de un carro, aún se debate entre la vida y la muerte en el Hospital General del Sur.

La progenitora de la joven señaló que su estado de salud es crítico y que aún los galenos estudian la posibilidad de intervenirla quirúrgicamente, ya que un proyectil podría estar afectando sus funciones cerebrales. Uno de sus ojos también fue afectado y ha perdido la vista.

Los familiares aseguraron que su hija cayó por estar en el lugar equivocado. "Ella es una buena muchacha y nosotros no tenemos nada que esconder".

Mora resultó herida la noche del domingo, cuando el vehículo donde viajaba junto a las cuatro víctimas fatales recibió unos 130 impactos de bala. El hecho ocurrió luego que éstos salieran cerca de las 11.00 de la noche del autódromo La Chinita, donde el primo de uno de los occisos participaba en una competencia de car audio.

Los pistoleros a bordo de varias camionetas, entre ellas una Tahoe y una Silverado, perseguían a sus víctimas en el Impala vinotinto y finalmente lograron que el conductor de éste, Holvis Javier Villasmil Cuevas, de 31 años, detuviera el carro en el kilómetro 14 de la vía Perijá. Allí les dispararon.

En el lugar fallecieron Villasmil, José Gregorio Ballesteros (36) y Billy Mike Marín Becerra, de 24 años, mientras que Johana Anahís Mora Torregrosa (26) y Jhoan Huerta Semprún (30), resultaron gravemente heridos. Los pistoleros huyeron del lugar una vez cometido el crimen.

Huerta Semprún, falleció 19 horas más tarde en el Hospital General del Sur, este residía en al sector Nuevo Palmarejo de la Cañada de Urdaneta y trabajaba como comerciante de camarones. Dejó una hija huérfana. Sus familiares creen que se consiguió con sus amigos en el autódromo de manera fortuita y estos le ofrecieron la cola al salir del evento.

La Policía científica investiga a oficiales de Poliurdaneta y Polimaracaibo como posibles responsables de la matanza. Las pesquizas se inclinan a una deuda de apuestas.